Lo más importante es que tengas predisposición y una mentalidad abierta. En terapia analizaremos esas situaciones para determinar qué dificultades estás teniendo, lo que te provoca malestar y cómo impactan de una manera negativa en tu día a día y trabajaremos para ver cómo podemos superar los retos de la mejor manera posible.

No tiene porqué ser excesivamente larga, dependerá del tipo de problema o situación, de tu predisposición al cambio. No se puede determinar cuánto puede durar la intervención psicológica. A veces, con una sesión puedes encontrarte mejor, en otra ocasión necesitas acudir con más frecuencia.  Puede que acudas por un tema en cuestión y una vez resuelto, no necesites acudir más.

Lo que sí puedo asegurarte que si por alguna de ambas partes, el proceso no avanza, me comprometo a buscar otra alternativa para ayudarte.

La primera sesión es de 45 minutos, en la que determinamos unos objetivos concretos y un plan de ruta y las frecuencia de las sesiones (semanal, quincenal, etc.) para conseguir los objetivos, el precio y los horarios disponibles. Siempre para adecuar la intervención a tus necesidades. Hablémos sobre ello, ¡todo tiene solución!

Las sesiones de seguimiento son de 60 minutos.

El proceso es libre y voluntario puedes abandonarlo en el momento que lo consideres. Pero si no te encuentras con comodidad, te recomiendo que hables sobre ello y si fuera necesario, te ayudaré a buscar alternativas (siempre que quieras).